Reproducimos a continuación la completa crónica que nos ha enviado David López Portela sobre su asistencia a la III Marcha Cicloturista de MTB celebrada en Cilleros el 20 de Mayo de 2007.
David, además, obtuvo el galardón al ciclista asistente de un club más lejano (el Mamouth de Madrid)
He aquí la crónica:
DOMINGO 20-05-07 III MARCHA BTT CICLOTURISTA CILLEROS (CÁCERES) - 57 Km.:
Distancia: 57,26 Km.
Desnivel: 1.122,94 m.
Pendiente media: 5 %.
Pendiente máxima: 17 %.
Cota máxima: 653 m.
Cota mínima: 267 m.
Temperatura: 15º C - 29º C.
Tiempo movimiento: 3h 24’ 17”.
Tiempo total: 4h 27’ 02”.
Tiempo parados: 1h 02’ 45”.
Velocidad media en movimiento: 16,81 Km./h.
Velocidad media total: 12,86 Km./h.
Asistentes: 42 compañeros asistimos a esta ruta.
CRÓNICA III MARCHA BTT CICLOTURISTA CILLEROS (CÁCERES) - 57 Km.:
Hola, compañer@s de pedales.
Estupenda ruta organizada por los compañeros de Cilleros por la zona más occidental de la Sierra de Gata y a la que asistimos 42 participantes formando un buen grupo de amiguetes junto con el resto de personas que colaboraron con la Organización y a los que siempre deberemos estar más que agradecidos por su labor desinteresada en esas tareas tan útiles y fundamentales para el buen funcionamiento de la marcha: quads y coches de apoyo, botiquín, avituallamientos, reportaje fotográfico y videográfico, etc... ¡Gracias a todos por vuestra generosidad y simpatía!!!... También quiero mencionar un agradecimiento especial para Santi, Presidente del Club Ciclista Cilleros, principal organizador de la marcha, gran anfitrión y mejor persona. ¡Gracias Santi por hacerme sentir como en mi casa!!!... (El año que viene, en lugar del trofeo “al participante más lejano”, creo que ganaré el trofeo “al participante más pelota”... jajaja)...
Tras el bochornoso calor del día anterior en la Maratona portuguesa de Idanha-a-Nova, en la que llegamos a alcanzar los 44º C, por la noche cayó una buena tormenta que vino de maravilla para la ruta, refrescando muchísimo el ambiente y evitándonos tragar el polvo habitual de las pistas sin que al mismo tiempo se llegasen a embarrar. La verdad es que hizo un tiempo ideal para la práctica del MTB en ésta época. Empezamos la ruta con unos ideales 16º C con tiempo nublado y una pequeña tormenta que nos pilló en lo alto de la sierra pero que no duró mucho. El resto de la ruta transcurrió apaciblemente entre los 18º-24º C con cielos parcialmente nublados y algo de sol, sobre todo al final, que fue cuando alcanzamos la temperatura máxima de 29º C.
Desde la Plaza del Caño, iniciamos la ruta pasadas las 09:00, dejando la Sierra de Santa Olalla a nuestra derecha y empezando a subir enseguida hacia la Sierra del Campete y el alto del Mirador del Punto Geodésico (nombre inventado por mí) por unos bosquecitos muy chulos, mayoritariamente de pinos, algunos eucaliptos y unos pocos robledales. Desde este alto, a casi 200 metros más arriba, hay unas vistas excepcionales de toda la zona de Cilleros y sus alrededores, aunque estaba bastante nublado cuando llegamos y salimos a toda prisa porque fue justo cuando empezó a llover.
La tormenta nos pilló mientras recorríamos el maravilloso cordel de bajada (con alguna que otra subidita bien empinada) desde el que hay unas buenas vistas de las que no pudimos disfrutar demasiado debido a la lluvia, que no invitaba a pararse demasiado y menos aún a hacer fotos. Por cierto, pido disculpas de antemano ya que muchas de mis fotos han salido borrosas debido a que mi cámara ya no está para muchos trotes después de toda la caña MTB que le he dado en el último año y medio. Una verdadera lástima, pues había fotos y paisajes realmente bonitos, pero aunque muchas estén borrosas sí que sirven para hacernos una idea de lo que querían reflejar en realidad.
Tras bajar el cordel, nos reagrupamos todos nuevamente y continuamos bajando por hermosos bosques, de eucaliptos principalmente, hasta llegar a la pradera del Río Erjas, frontera natural con Portugal muy cerca de la población lusa de Monfortinho, famosa por sus excelentes termas.
Desde aquí, remontamos paralelos al Arroyo de Martín Albarrán y nos dirigimos hacia la Sierra de La Garrapata y el punto de avituallamiento que nos espera a mitad de ruta y tras subir otros 150 metros de desnivel. Por el camino, pasamos junto a una pequeña pero curiosa casa castillo del siglo XX construida por un paisano madrileño según me contó Santi. Y un poco más adelante, llegamos a un tramo duro de subida en el que tenemos opción de elegir entre dos caminos de subida de unos 700 metros en los que hay que salvar unos 50 de desnivel: uno de los caminos es fácil y el otro difícil con rampas más empinadas. Creo que la mayoría fue por el difícil, pero yo fui por el fácil, o debería decir el menos difícil, porque os aseguro que aún así estaba empinado de cojones y no quiero ni imaginar cómo estaría el difícil... Eso sí, por el fácil, aunque era duro, se podía subir montado sin problemas (si consideramos que ir echando el hígado por la boca no es un problema), e imagino que por el difícil más de uno tuvo que poner pie a tierra tras “cagarse” seguramente en los muertos de alguien de cuyo nombre no quiero acordarme... ¿verdad Santi???... jajaja...
Bueno, al final los dos caminos convergían en el mismo punto, a donde llegábamos todos con la lengua fuera, y tras seguir subiendo un poco más y llanear falsamente un rato por continuos sube y bajas rompe piernas (como en casi toda la ruta), por fin llegamos al avituallamiento en el que nos esperan los refrigerios necesarios para reponer fuerzas antes de continuar la marcha. Lo mejor sin duda en este avituallamiento eran lo fresquitas que estaban las bebidas, transportadas en un bidón enorme lleno de hielo... ¡todo un lujazo!!!...
Tras el avituallamiento volvemos a bajar casi los 150 metros que habíamos subido, aunque por pendientes mucho más suaves y prolongadas y con más tramos rompe piernas de subidas y bajada. Aún así es la parte más llana de la ruta y ya sólo nos quedan los 15 kilómetros de subida final nuevamente a la Sierra del Campete, 300 metros más arriba, aunque con tantos tramos de subida y bajada saldrán muchos más metros de desnivel acumulado.
Al poco de iniciar la subida por el primer tramo bastante suave, nos reagrupamos todos nuevamente a las puertas de una enorme finca que hay junto a un pequeño lago. A partir de aquí la subida ya se hace más patente, con algunos repechos más duros que otros hasta llegar finalmente a un collado desde el que ya no hace falta seguir subiendo más y ya sólo hay que dejarse caer hasta Cilleros por una fuerte y rápida bajada seguida por un pequeño repecho entre olivos que nos dejan finalmente en la carretera, a la entrada del pueblo, donde hacemos el reagrupamiento final para acabar todos juntos y desde donde hay una excelente vista de la Iglesia de Nuestra Señora de Los Apóstoles (s. XVI).
Entramos todos juntos en el pueblo, muy despacito y armando mucha bulla, con los coches y quads pitando para que salga la gente del pueblo a recibirnos y aclamarnos, pasamos por la Plaza de San Blas, con su curiosa Espadaña del siglo XVI coronada por un campanario doble y un reloj sobre los que se asientan dos bonitos nudos de cigüeñas separados por la típica veleta. Anexa a la Espadaña está la entrada a la Ermita de la Virgen del Carmen (s. XVI) y a un lado tenemos el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVIII. Atravesamos el pueblo entre vítores y clamores cual si fuéramos héroes hasta llegar nuevamente a la Plaza del Caño, lugar de inicio de la ruta.
Los lugareños van a ducharse y cambiarse a sus casas, y los foráneos acudimos cerca de la Ermita de Navelonga (s. XVI), a los vestuarios de la Piscina Municipal donde podemos darnos una ducha, aunque sea de agua fría (¡muy muy fríaaa!!!... jajaja...) que nos deja, eso sí, como nuevos y dispuestos para dar buena cuenta del estupendo aperitivo-comilona que nos tienen preparado en el bar El Brava.
En el bar, nos ponen tanto de comer que salimos todos con la panza llena y aún sobra comida para otro grupo de hambrientos como nosotros, todo riquísimo, de verdad. Además aquí se reparten los trofeos al más veterano, al club más numeroso y al participante más lejano, que en este caso soy yo y recibo con mucho agradecimiento, que andar con la bici por toda España como ando yo también tiene su premio... jejeje...
Por último, en la sobremesa, nos ponemos todos a ver el vídeo que nos han grabado durante la marcha y nos partimos de risa recordando y contando un montón de cosas y situaciones que nos fueron pasando en la ruta.
Saludos,
David López Portela.
-dalopo- (Madrid).
Fotos tomadas por David de esta ruta en: http://community.webshots.com/album/559229257NrrtRK
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